Antonio Revez es un actor portugués que, poco a poco, va sintiendo a Cuba como propia. Él se presenta con la obra Vueltas, de Julio César Ramírez --actor y director del grupo Teatro D' Dos, con quien colabora hace un tiempo--, en la sala Margarita Casallas, del Mejunje, desde ayer y hasta mañana domingo, junto a la joven actriz cubana Massiel Rubio. Sobre el proyecto y otros temas del mundo teatral, nos habla.
--Sobre la obra...
--Es acerca de un personaje nacido en Cuba y que de niño su padre lo envió lejos, engañado por la Operación Peter Pan. Es una obra de frustraciones, sufrimientos, de tratar de conocerse a sí mismo y de búsqueda constante de las raíces y la identidad.
El actor portugyés Antonio Revez, junto a la actriz Massiel Rubio, en una escena de la obra Vueltas, presentada al público villaclareño.
--¿Cuándo surgió la idea de trabajar con el grupo cubano?
--A raíz de participar con mi grupo Lendas D' Encantar, en el Festival Internacional de Teatro de La Habana 2003, tuve la oportunidad de conocer a Teatro D' Dos. Me pareció muy bien su trabajo y los invité a una gira por Portugal al siguiente año. Desde entonces, mantenemos una colaboración permanente.
«Julio (César Ramírez) está ahora en mi país dirigiendo a mi grupo. Tenemos proyectos para el 2011 con una obra conjunta entre actores cubanos y portugueses.»
--El idioma, ¿no representa un obstáculo?
--(Ríe) Bueno, a veces lo hemos hecho en las dos lenguas, en otras ocasiones solo en español. Pero, el año que viene lo haremos en portugués, allá; y en castellano aquí, en Cuba. Ya dos actrices cubanas han ido a Portugal y el idioma va saliendo, con mucha dificultad, pero va dominándose.
--¿Cómo ve el desempeño del teatro en Europa?
--El teatro en este momento en Portugal está muy mal. Hay una comercialización muy fuerte de toda la cultura. Producto de esa crisis que hay ahora implantada en Europa, lo primero que hicieron fue «cortar» la cultura. Si eso se mantiene, el próximo año dejarán de existir muchos grupos en Portugal.
«Todo el financiamiento que tenemos del Estado, este año lo disminuyeron muchísimo, y el próximo afectará a muchas agrupaciones. No tenemos manera de sobrevivir. Hay una ofensiva muy fuerte del Estado portugués que, inclusive, no tiene preocupaciones culturales muy grandes, y estamos viviendo una época muy difícil.»
--Y el teatro cubano...
--La realidad del teatro cubano no la tengo tan clara. Lo que sí he percibido es que se logra trabajar mejor, con mayor comodidad. Eso se refleja en la calidad de los espectáculos que he visto aquí, muy buenos. Hay otro tipo de apoyo que allá no lo tenemos.
--Debido a la comercialización de la cultura existente, ¿cómo el público europeo consume el teatro?
--Muy poco. A los medios de promoción no les interesa el teatro. En la televisión no lo pasan, y en los periódicos sucede lo mismo. Años atrás había críticos que trabajaban las artes escénicas. Hoy nadie escribe sobre teatro. Solo hay un periódico local en Beja, la ciudad de donde provengo que, a veces, saca una pequeña columna al respecto. La prensa de grandes tiradas, no. Por lo tanto el público no tiene acceso al arte de las tablas. Consumen cosas más comerciales, como las telenovelas.
--¿Emigran actores portugueses a hacer telenovelas en Brasil?
--A veces. Lo que pasa es que nosotros somos muy consumidores de novelas brasileras. Las cadenas que las promueven, como la O Globo, en ocasiones invitan a un actor porque les interesa comercialmente. Una manera de vender ese producto allá en Portugal. O sea, no es una preocupación artística, es eminentemente económica.
--¿Qué le ha parecido Santa Clara?
--Yo tenía muchos deseos de venir a esta ciudad. Principalmente por el Che y su monumento. Me quedé muy contento al visitarlo.